tag:blogger.com,1999:blog-39199227523935189692024-02-07T07:17:46.329+01:00LA PARIDERAUn velero de verdes ramas.Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.comBlogger60125tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-66675692295869251302017-01-09T17:13:00.000+01:002017-01-09T17:13:14.854+01:00La luna de Valencia<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Yo quería la luna de
Valencia, y esta noche, en el Cabañal, alguien ha debido metérmela en el
bolsillo. Una putada, porque sólo mientras he querido la luna y la he sentido inalcanzable,
no he sido consciente de que ya no deseo nada más. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">¿Y ahora qué? ¿Qué
mierda hago con la luna en el bolsillo? Es una luna llena, blanca, con sus
clásicos cráteres, brillante, muy brillante, incluso lejos del amparo del reflejo
que le otorga el mar Mediterráneo. Pero una luna así no sirve para nada, y
menos aún en el interior de un bolsillo, donde ni rota, ni resulta inalcanzable
y hasta deja de conducir a alguna forma de sueño o deseo, porque se sabe que
apenas es una pelota, lo mismo que una bola de golf, hasta en tamaño, solo que
con las honduras más dispersas y desiguales, por lo menos ésta, la de Valencia,
la que yo guardo en el bolsillo. Y luego, que también importa, me importa, la
vertiente humana, la que concierne a la famosa colectividad: ¿qué hacen los
demás valencianos, todos los turistas que aparecen por aquí para ver el Oceanografic
y la Malvarrosa y El Cabañal y La Albufera y la luna? ¡Eh! ¿Qué hacen? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Tiene gracia: un rato
antes, en un local, una chica me ha pedido que no le venda la luna. Ha dicho
eso; podría o debería de haber dicho: no me vendas la moto, pero ha dicho eso:
no me vendas la luna. Claro que en ese momento no la tenía en el bolsillo; de
lo contrario, me la habría sacado y ahora estaríamos en la parte de atrás de mi
coche o en la habitación de su piso, follando. Y la sensación de que la luna no
vale para nada, se habría esfumado, y el deseo, el apetito por los deseos,
persistiría, al menos, hasta que hubiéramos terminado. Y el hecho de que a
alguien se le haya ocurrido introducirme la luna en el bolsillo habría estado
colmado de sentido, porque la chica era más que guapa, valía la pena, mucho, a
pesar de que después (el maldito después, siempre), concluido el asunto, mi
pena fuera ésta: la misma. Porque lo que narro, la carencia de deseo, lo abarca
todo: también a las chicas, como si con la luna no cupiera nada más. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">A veces pasa: con las
depresiones suele pasar. Pero yo no padezco una depresión: yo tengo la luna de
Valencia, y si la saco y la suelto, cae al suelo lo mismo que si se tratara de
la dichosa pelota de golf: se ha roto su idilio con la gravedad y cae muerta. Y
lo peor es que cualquiera diría que no es la luna, que es una simple pelota,
por más que ahí fuera, en el cielo, sobre el Mediterráneo, no se encuentre la
luna de Valencia. <i>Se habrán desbaratado
sus fases</i>, dirán. Y les dará igual que pase el tiempo: semanas o hasta
meses o años, y que la luna no aparezcan, que seguirán negando, porque cuesta
creer que un tipo como yo posea la luna. <o:p></o:p></span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-72958504013758287832016-09-20T09:05:00.000+02:002016-09-20T09:05:36.556+02:00El principio de acuerdo<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Si fuera por mí rompía
el principio de acuerdo. Pero está su madre. Y a esa señora si algo no le hace
falta son disgustos. La quiero tanto como a ella. Es verdad que la he visto
poco y solo de visita, y que en un tiempo tan escaso resulta fácil amañar la realidad
que muerde una persona; porque puedes imaginarla de una manera que no es: siempre
riendo, de broma, hilando un chiste con otro; o cariñosa y atenta, procurando
que uno de los dos muslos del pollo caiga en mi plato o sirviéndome el café el primero;
esas cosas que se atribuyen a la cortesía y a la educación y que no siempre
tienen que ver con eso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">También es cierto que
mi deseo por esa mujer es más novedoso y reciente que el que siento por su
hija. Hace apenas dos meses que me acuesto con ella; y se trata de la primera
vez que lo hago con alguien tan mayor. Es decir, alguien con quien sabes que
debes de llevar cuidado, montarla con dulzura, evitando los movimientos
bruscos, por la fragilidad de sus huesos y de sus articulaciones; y evitando los
orgasmos intensos o muy seguidos, por un corazón que ya ha dado algún que otro
susto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Tal vez se me olvide
pronto y encuentre legítimo y viable el principio de acuerdo. Tal vez. Anoche
mismo dejé de tocarme para no recaer en las formas de su cuerpo o en las tácticas
con las que trabaja el mío. Hace mucho que no soy capaz de pensar en otra cosa
cuando me faltan apenas un par de minutos para la corrida. Puedo empezar con su
hija, o con la hija de la tendera, o con Mariló, o a partir de solo una
apariencia concreta, sin rostro, sin identidad. Y pasarlo bien en ese preámbulo
imaginario con su hija, o con la hija de la tendera, o con Mariló, o con ese
ser anónimo; pero en el último momento, en el momento justo, cuando esa
fantasía requiere que me sujete a una cintura, en las diez o doce últimas
embestidas, ahí, en ese preciso momento, siempre aparece ella, a pesar de las
estrías de sus pechos caídos y de su gran panza, si es que la quimera me la
sitúa arriba, cabalgando sobre mi polla —sobre mi gran polla, dentro de ese
sueño libre—; y a pesar de las estrías y de los cúmulos de grasa en sus enormes
posaderas, si soy yo quien anda dando desde atrás, igual que un perro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Su hija me dijo que le
hiciera un apaño. Dijo eso y se marchó a no sé dónde. Y lo dijo alto y claro,
dirigiéndose a mí y mirándola a ella, antes de empezar a descender la
escalinata del porche. A lo mejor supuso que esa fresca caería en saco roto y
que acaso sería tomada a broma; porque su madre le dobla en edad y en peso y se
le apelotonan las arrugas en el contorno de los ojos y en las comisuras de los
labios, y porque se mueve con dificultad y no puede disimular que es una vieja.
No lo sé. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">El caso es que, al ser
verano, todo se precipitó muy fácilmente. Dimos un baño y cuando quiso salir
del agua me pidió que la ayudara. Y ayudarla quiere decir permanecer detrás de
ella mientras trepa por las escalerillas, empujándola un poco hacia arriba,
presionándole el culo. Y entonces pienso que se me vino encima adrede. Y nos
echamos a reír. Y creo que fue ella la que hizo un lazo en mi cuello con sus
brazos; y creo que fui yo el que amasé sin ningún disimulo sus nalgas, con las
palmas de las manos bien abiertas, y el que le mordisqueó con una apreciada ansia
el escote.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Luego vino la mesura.
La tomé a horcajadas y la conduje hasta una de las paredes de la piscina, más o
menos a la altura de dónde cubre hasta el metro sesenta, y allí la penetré
lentamente, con sumo cuidado. Y el vaivén que nos trasportó, lo mismo: lento,
con cuidado, hasta que ella empezó a gemir y golpeando con sus manos contra mis
cachetes procuró que terminara dándole con más brío. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Juntos. Sí, juntos. Lo
que nunca me ha ocurrido con su hija y lo que casi nunca me ha ocurrido con
nadie. ¡Acabamos juntos! Graznando como dos cerdos que presumen la matanza. Y
nos quedamos bien relajaditos, con la misión cumplida; sin esa terca necesidad
de pretender más, cuando lo siguiente que viene ya no puede ser ni tan siquiera
la mitad de rico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Su hija nos pilló
desparramados sobre dos tumbonas. Soltó una carcajada y agravó el tono de su
voz. “¡Buen trabajo, soldado! ¡Buen trabajo!”, dijo, fijando su mirada en mis
ojos. Y dijo también que iba a cambiarse. Y que fuéramos alguno de los dos
—refiriéndose a su madre y a mí— preparando la cena. Y por la noche, ya solos
ella y yo, en la cama, dijo también “gracias”. Esta vez sin hacer burla con el
tono de su voz. Después tomó mi pene con su mano y preguntó —dirigiéndose a él—
si aún quedaba caldo para ella. ¡Caldo! Le di un manotazo en su estúpida mano y
me di la vuelta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">La mañana que hizo
trizas a esa noche trajo algunas explicaciones. Helena mentó la condición de
mujer de su madre; algo absurdo, obvio. Luego, sin embargo, pasó a describirla
igual que a una madrastra: sacando a colación su edad, sus kilos… Para restarle
importancia, supongo. “¿Y yo?”, pregunté. “Tú, no sé”, dijo ella. Y entonces
dijo también que no tenía por qué. Y ya no dijo nada más hasta el mediodía. A
mediodía dijo: “no tienes por qué”<i>.</i> Y
entonces yo le dije “ya veremos”, sólo “ya veremos”. Puede que dando por
sentado que nunca más, o que alguna otra vez quizá, o que al fin y al cabo no
tenía importancia, por su edad, por sus kilos…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Aquel día era tres de
julio y la visita de su madre duraba hasta el dieciocho. Quince días con la
mitad de las tardes libres, por el curso de reflexología que Helena no estaba
dispuesta a dejar correr por más que su madre estuviera en casa. “Se lo he
avisado. Y tú haz lo que te venga en gana. No te sientas responsable. Te metes
en tu estudio o te vas. Lo que tú prefieras”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Estas cosas son las que
matan a Helena: la seguridad insensata con la que se mueve por el mundo; la
creencia de que cada una de sus acciones cuenta con una receptividad absoluta,
sin fisuras; y que, en lo que respecta a mí, igual se la da la posesión de dos
tetas duras y de un culo formidable. Aunque me cuesta pensar que Helena no
caiga en la cuenta de que con apenas treinta y cuatro años la dureza de los
pechos y la firmeza del trasero se sobreentienden, como el valor en el
ejército. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Sea como fuera, en
cuanto Helena se colocó esa especie de disfraz vikingo y descendió los siete
peldaños de la escalinata del porche, batiendo su mano derecha abierta a modo
de adiós, yo recordé de pronto la coincidencia en el clímax de la tarde
anterior y entré en faena. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—Manola, ¿vamos a la
piscina?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—No, mejor fuera —dijo,
desabrochándose de seguido el sostén.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">De nuevo glorioso. De
nuevo a la par. De nuevo suave, venciendo poco a poco el peso de mi cuerpo
sobre su cuerpo. Y de nuevo el envite de sus manos sobre mi trasero, exigiendo
más arrojo, más energía al final. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Cuando Helena apareció
por casa no quedaba ni rastro de ese encuentro. Sin decírnoslo, ambos, su madre
y yo, creo que habíamos planeado lo mismo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Ella preparó la cena
(ensalada de col, langostinos con mahonesa y coctel de frutas) y yo puse la
mesa. Nos mostramos especialmente atentos. Yo le pregunté qué era exactamente
eso de la reflexología. Y su madre, toda vez que terminó la exposición, igual
diez o quince minutos más tarde, le insistió en que continuara profundizando en
ese campo, alabando los tratamientos alternativos frente a la medicina
tradicional, etcétera, etcétera. Hacia las doce, imagino que harta de hablar y
con cierto entusiasmo por la receptividad, me pidió que fuéramos a la cama.
Entonces le hice una seña con el dedo, dirigiéndolo a su madre, y le guiñé un
ojo. Y ella puso cara fastidiosa. Pero acabó soltándole un beso al aire,
devolviéndome el guiño y diciéndonos buenas noches. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—Buenas noches —dijo su
madre, fingiendo volver de un leve vahído de sueño.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Aquella segunda vez fue
mejor que la de la tarde. Lo hicimos en su cama, en la habitación de invitados.
Y el acto de la penetración llegó al cabo de un buen rato de besos y caricias.
Acabamos armando mucho ruido: jadeos, gemidos y palabras inconexas, ya se sabe
—y juntos, claro—. Y riéndonos por ello, presuponiendo que su hija se habría
desvelado y prendido la luz del cuarto, con cierto susto primero y con cierto
asombro después. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—Lo de anoche no me
gustó. Tienes toda la tarde para hacerle el favor. No conoces a mi madre. Pero
puede que ahora esté pensando que la prefieres a ella antes que a mí —me dijo
Helena, nada más poner los pies en el suelo, a la mañana siguiente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—¿Cómo va a ser eso?
¡Es vieja! ¡Y gorda!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—¿Y qué? Vieja, pero
con ganas de marcha. Ya la has visto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—Venga, venga.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—No. Va en serio —dice
frunciendo el ceño, jugando a parecer enfadada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—¿Te lo pidió ella?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—¿El qué?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—Que le buscaras un
apaño.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—¡Pues claro! ¿Cómo si
no iba a pedírtelo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—¿Y cómo fue?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—Me dijo que si conocía
algún amigo para… (Se sonroja) Bueno, para eso. Y yo al principio le dije que
sí por quitármela de encima, por no seguir hablando con ella sobre ese asunto.
Pero en cuanto vino me lo recordó. Y yo me empecé a morir de la vergüenza,
pensando en qué amigo podría aceptar acostarse con una vieja que además es mi
madre. ¿No me entiendes? Y fue cuando recaí en ti. No sé —piensa. Hace una leve
pausa—. Dicho así, parece que te estoy haciendo de menos. Y es lo contrario. No
existe nadie en quien confíe tanto como en ti. Es por eso. ¿Lo entiendes,
verdad?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—Claro. Claro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—¿Claro, claro?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—¡Qué sí, Helena, qué
sí! ¡Va en serio! —la tomo con mis manos por sus brazos con la fuerza justa que
pienso que puede trasmitirle cariño y comprensión. Luego le digo— Lo extraño es
la parte que atañe a tu madre: su petición, ya me entiendes. Tú has obrado
bien. Yo mismo me habría sentido incómodo escuchando como Nicolás o Román o San
Juan le petan el culo en la habitación de invitados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—¡Jorge! —exclama,
zafándose de mi atadura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—Perdona. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—No. Tranquilo.
Perdóname tú a mí ¿Estás enfadado?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—No. Claro que no.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—¿De verdad? —me
pregunta, regresando a las cercanías de mi cuerpo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—De verdad —le digo,
tomando su rostro entre mis manos y paseándole las yemas de los pulgares por
las mejillas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—Está bien —me dice
ella, procurando que el beso que me da no dure menos de cuatro o cinco
segundos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Me enfadé un poco con
su madre. Para qué negarlo. Porque en algún momento —es más, puede que en todo
momento— pensé que su obcecación por recobrar su actividad sexual se debía a
mí. Es decir, a una atracción fortísima hacia mi persona, ya fuera física,
mental o ambas al unísono. Y rehacerme con esa verdad, que me colocaba en el
mismo escalafón que Nicolás, Román o San Juan, me agrió el día. De hecho, por
la tarde, cuando Helena batió con entusiasmo su mano abierta, a modo de adiós,
conforme bajaba los peldaños de la escalinata del porche, no le propuse a su
madre que nos diéramos un baño. Hice lo que me vino en gana y me metí en mi
estudio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Claro que esas ganas de
nada venían escoltadas por un estúpido amor propio. Y en cuanto su madre hizo
girar la manivela de la puerta y me insinuó amor a dúo, de un tipo parecido,
cuanto menos, al de los dos días anteriores, esos recelos y ese orgullo se
esfumaron. Y follamos ahí mismo, sobre el diván de lectura, obteniendo un
resultado, si cabe, todavía más satisfactorio, juntos por cuarta o quinta
ocasión. Y entonces me realicé una sola pregunta muda: ¿por qué iba a venir desde
su lugar de origen, a hacernos una visita, conmigo en su cabeza? Eso compondría
una depravación y una actitud más que desconsiderada hacia su hija. Y ella no
es así. Ella es ardiente. Está en pleno derecho de serlo. Y yo puedo darme con
un canto en los dientes por tener una mujer tan preocupada por “el qué dirán” y
tan confiada en mí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Después de ese
encuentro no quise dejar cabos sueltos y le expuse un plan parecido al de la
noche anterior. Y así obramos: cuando Helena se hartó de hablar, me dijo que
nos fuéramos a la cama y yo le hice una seña con el dedo, dirigiéndolo hacia su
madre, que en esta ocasión no tenía que fingir un vahído de sueño, sino todo lo
contrario, debía estar atenta al juego, para que su hija, por mera vergüenza o
caridad cristiana, no se sintiera con ánimo para decir ni mu. Tal y cómo
sucedió. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Helena se fue a nuestro
cuarto. Ella y yo al de invitados. Follamos. Y al terminar (juntos de nuevo),
me negué en redondo a abandonar la cama. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—Venga. No seas tonto.
Se va a enfadar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—Que no.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—¡Ay! Qué tonto. Ésta y
no más. ¿Vale?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—Vale. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">A la mañana siguiente,
tal y como era de esperar, Helena me recibió echando humo. Y le hablé claro. Le
dije lo que pasaba: me gustaba su madre. Y me gustaba mucho, más de la cuenta,
lo mismo o más que ella al principio. Y su madre estaba sola. Y era libre. Y
ambos, Helena y yo, veníamos de romper con otras personas. Sabíamos en qué
consistía eso, cuando alguien te gusta y resuelve en un imposible persistir en
el intento de hacer como si nada y continuar viviendo en una historia anterior,
que no te permite acostarte, dormir y levantarte de la cama junto a la persona
a la que se ama. “¿Qué más puedo decirte?”, le dije también, para concluir mi
alegato. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—Tú no sabes lo que
estás diciendo. Mi madre no sería capaz. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—Ella no. Pero yo
sí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">—Pensémoslo —me pidió,
sin recibir ni el más mínimo gesto como respuesta de mi parte—. Déjame
pensarlo, al menos —acabó diciendo pues. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Desaparecieron las dos
durante casi tres días enteros. Sin decirme dónde iban. Y sin decirme de dónde
venían, cuando regresaron. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">No parecían disgustadas
ni entre ellas ni conmigo. Me invitaron a sentarme en la mesa de fuera.
Tomarían una ducha y prepararían la cena. Media hora o tres cuartos, a lo sumo.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Después, entre pincho y
pincho, Helena me contó el acuerdo al que habían llegado: me repartirían
equitativamente, una noche en cada alcoba. Y yo dije que no. “¿No?”, me
preguntó Helena. Y yo insistí en que no. Diciendo sólo eso: no. “¿No?”, me
preguntó entonces su madre. Y yo seguí erre que erre, repitiendo que no. Hasta
que la vieja me agarró con fuerza las falanges de los dedos de mi mano derecha,
convidándome a que la mirara a los ojos. Y entonces repitió “¿No?”. Y yo le
respondí: sí, sí, sí, sí, sí…<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Luego Manola se levantó
y me dejó a solas con Helena. Y Helena me pidió que nos fuéramos a la cama. Y
aquí estoy, una noche sí y una noche no, cumpliendo mi parte del acuerdo:
lamiendo y mordisqueando dos pechos duros, que no saben de leyes de gravedad y
se mantienen firmes, a pesar de mis duras embestidas, y agarrando con fiereza
uno de esos culos a los que se les puede llamar “pompis”. La locura. <o:p></o:p></span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-79366227836120876342016-09-15T09:27:00.000+02:002016-09-15T09:27:08.141+02:00La mujer barbuda<div class="WordSection1">
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">No te quieres morir y
estás muerta. Sin necesidad de arrancarte las huellas de las yemas de los dedos
ni desfigurarte las facciones más características del rostro. Como antes: igual
que los maquis y los bandoleros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Un elefante viejo se
hace el distraído, se queda atrás y resuelve cambiar de rumbo, separarse del
resto de la manada; y llega a un cementerio mágico, en donde sólo hay
esqueletos de otros elefantes y un río de aguas cristalinas, montañas, árboles
y cielo. Eres un elefante, que tras muchas incursiones ha encontrado su sitio.
Así te presentas, sin que nadie te pregunte; porque no existe nadie, sólo casas
en ruinas, esqueletos, la huella silenciosa de gente que, en algún momento,
permaneció viva aquí, en este lugar, en tu cementerio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Te resistes a
permanecer callada, a perder la costumbre de comunicarte. Y empiezas a hablar
contigo. Pronto asumes tu problema, el motivo de tu huida. No eres idiota.
Nunca lo has sido. Tienes barba. No eres atractiva. El mundo no te percibe
atractiva. Y es al mundo a quien le compete dilucidar ese tipo de cosas. Y,
ante eso, no has encontrado mejor salida que marcharte a un sitio que forma
parte del mundo, pero en el que no hay nadie, salvo tú. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Una noche te despiertas
sobresaltada. Te ha venido una idea. No eres la única persona fea en el mundo.
Y este lugar, tu cementerio, cuenta con muchas otras casas en ruinas; otra
gente puede venir y reconstruirlas; gente con una nariz a punto de rozarle la
barbilla, gente con los ojos extraviados y con una única ceja; gente con un
solo ojo, con una sola oreja, o con la boca torcida; gente fea.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Te decides a poner un
anuncio. En él declaras que eres un elefante, un elefante vivo, que ha
encontrado el cementerio de los elefantes muertos; ese enclave misterioso, de
leyenda. Describes minuciosamente las puestas de sol, los amaneceres, el ruido
del viendo, del agua, el de las aves; y el silencio de las montañas, de los
caminos y el del candil y el sillón y el fuego. Incluso tomas y publicas instantáneas
del valle, de la colina en donde se alzan las casas, de las ventanas de madera,
a falta de cristales y de un tejado. Al final, sólo al final, explicitas que la
única condición que impones, a quienes deseen recibir una copia de tu mapa, es
que deben tratarse de personas feas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Al cabo de un par de
días recibes cientos de peticiones. Todas contienen una foto; tu exigencia. Es
entonces cuando cometes tu primer fallo; no lees los mensajes, vas directa al
archivo adjunto y, a partir de la imagen que ves, haces la selección. Te
conviertes en la juez de tu mundo: tú decides; y lo haces usando los mismos
criterios que provocaron tu huida. Otra noche, también de madrugada, vuelves a
desvelarte y caes en esa cuenta, en tu propia injusticia. Das marcha atrás; destruyes
las carpetas y comienzas de nuevo a abrir los correos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Algunas de las razones
de quienes quieren irse a vivir contigo te resultan maravillosas, te conmueven.
Lástima que en ciertas ocasiones el aspecto de la fotografía no acompañe; no
son lo suficientemente feos; no te valen. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Al final, después de
darle infinidad de vueltas, te decantas por diez candidatos. Son muy feos,
tanto como tú, otros elefantes; y sus razones te convencen: son tan
maravillosas como las de la gente guapa que te viste obligada a rechazar por
ese motivo, sólo por ese motivo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Aun así, crees que
debes responder a todos los que han mostrado interés en llegar a ti, a tu
sitio. Y comienzan los problemas. La gente no entiende que seas tan elitista.
Dicen que ellos no tuvieron elección, que nacieron así, que es cuestión de
genética, que el hecho en sí les sugiere la irrupción de un nuevo holocausto; y
te proclaman que nada les gustaría más que despertarse al día siguiente siendo
feos, si ello les permite habitar en tu paraíso. Algunos incluso te proponen
sacarse un ojo, o rajarse de arriba abajo la cara, o cortarse las dos orejas.
Alguno, incluso, lo lleva a cabo y te envía una fotografía con su nueva imagen:
espantosa, mucho peor que la tuya.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Llevan razón. Así lo
sientes. Te has vuelto a equivocar. Estás completamente segura de ello y
vuelves a echar marcha atrás. Frenas todo el asunto. Necesitas pensar. Y te das
unos días.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El candil, el sillón y
el fuego y, sobre todo, el ordenador te han mantenido demasiado sujeta. Sales
de tu casa reconstruida, al exterior de tu cementerio. Encuentras irrepetibles
los horizontes, las nubes bajas que abrazan a las montañas del fondo, el tapiz
que forman los árboles en las laderas, el río, siempre susurrante, siempre ahí,
corriendo y sin marcharse a ningún sitio. No puedes ser tan egoísta. <i>No puede ser para ti sola, ni para quien tú
elijas</i> —piensas—. Y en un impulso, entras de nuevo en la casa, te sientas
frente al ordenador y colocas un nuevo anuncio con la dirección exacta del
paraíso, archivando de esa manera todas tus exigencias anteriores y cometiendo
el que será tu segundo y definitivo fallo. Ya no habrá tiempo ni oportunidad
para otro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">A las pocas horas ya no
caben más coches en la era y los que llegan después se ven obligados a aparcar
en las anchuras del carril. Hay de todo: gente inmaculadamente fea, lo que tú
ansiabas al principio; gente de aspecto insulso, que no llaman la atención por
nada; gente atractiva, a veces sólo por su forma de moverse o de mirar; gente
guapa, muy guapa; y gente que sólo pasa a echar un vistazo, con el perro, los
niños y la fiambrera. Todos coinciden en lo mismo: se trata del lugar más
increíble nunca visto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 1.0cm;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El resto de la historia
es de sobra conocida: un promotor
inmobiliario logra que recalifiquen como urbanizables unos terrenos anexos a la
pequeña aldea, justo donde tú planificabas
plantar hortalizas y tubérculos para que la economía fuera sostenible y
en los que ahora se levantan varias hileras de pequeños chalets pareados; un
tipo con don de gentes, que se hace con la presidencia de la comunidad, y que
no soporta el calor, ni las piedras del río y que se topa con un espacio ideal
en donde hacer un gran hoyo para la construcción de una piscina enorme, para
todo el vecindario, sin distinciones, para que no se pierda la matriz
alternativa y solidaria de tan singular sitio; y el niño, el maldito niño que
se las da de gracioso y advierte el vello de tu cara y decide ponerte el
sobrenombre de “La mujer barbuda”. El mundo. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"><br clear="all" style="mso-break-type: section-break; page-break-before: always;" />
</span>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%;">
<br /></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-71788361624361153512016-08-23T19:53:00.001+02:002016-08-23T19:53:28.284+02:00El regalo<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Nos encontramos en el
garaje de una casa de campo, celebrando mi vigésimo primer cumpleaños. Ya hace
rato que estamos borrachos y que el sol se ha puesto. Entonces alguien apaga la
música, avisa de que es la hora y tira de un trapo que cubre la pared del
fondo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">El regalo sale del
interior de una tarta de mentira. Se trata de una chica rubia, de
aproximadamente metro sesenta, muy pechugona y vestida únicamente con una braga
de lentejuelas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">En ese momento, el
resto de asistentes incrementan la intensidad de sus palmadas y el volumen de
su vocerío. A mí, sin embargo, se me quitan las ganas de aplaudir y se me
refrena la risa. Y de pronto siento una fuerte opresión en el pecho. Y acto
seguido un pinchazo. No tardo un segundo en caer muerto al suelo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">En el cielo, un ángel
que está al tanto de lo sucedido, se mofa. Y lo hace a diario, cada mañana,
durante el recuento. A la segunda semana me resulta insoportable y me abalanzo
sobre él. Al poco, aparece Dios, que nos lee la cartilla, abofetea delante de
todos al ser alado y me manda al infierno. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">En el infierno, debido
a las altas temperaturas, mi piel se enrojece y se cubre de ampollas. Pruebo
distintas cremas y hasta con un traje de neopreno. Pero el curso de las heridas
no remite. Y algunas, incluso se me infectan. El Demonio, sobrepasado, me
devuelve a la tierra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Veo la luz en el seno
de una familia de clase media. Mi nuevo padre sufre dolores de espalda, debido
a la labor que desempeña en una empresa de cincado. Mi madre anda cerca de la
edad de la menopausia y le sobreviene una depresión postparto. Un día, al poco
de abandonar el hospital, mi abuela le pide que le explique en qué consiste esa
clase de abatimiento, una pregunta que va a traer consigo la ingesta ininterrumpida
de Orfidal y de Prozac, por parte de su hija, mi madre, que ya no cesará nunca
de repetir que nadie le ayuda y que nadie la entiende. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Pese a todo, cuento con
una infancia feliz, en la que no faltan los triciclos, las bicicletas, las
consolas, y dos viajes de fin de curso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Tras mi vigésimo
cumpleaños, sin saber cómo, recuerdo el funesto incidente con la chica rubia,
de aproximadamente metro sesenta. Tengo suerte: a mi memoria sólo acude ese
instante y la chica; el resto: mis otros padres, mis otros amigos y demás,
continúan impertérritos en el olvido, hecho que me libra de caer en las odiosas
comparaciones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Ese año lo gasto en
salvar mi vida. No quiero volver a recibir ese regalo por sorpresa: descubrirme
aterrado frente a la rubia pechugona, y sentir la presión y el pinchazo, y caer
muerto al suelo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">No ceso de buscarla
hasta dar con ella. Claro, el encuentro se produce en un bar de <i>striptease</i>, al que acudo a diario a
presenciar su número, hasta que me siento acostumbrado a las formas de su
cuerpo y estoy seguro de que no va a ser capaz de provocarme un fallo cardiaco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Lo malo es que cuando
llega la hora en el garaje de la casa de campo y alguien decide que ya estamos
lo suficientemente borrachos y tira del trapo que cubre la pared del fondo y de
la tarta de mentira sale la chica rubia, vestida sólo con la braga de
lentejuelas, mis ganas de reír y de aplaudir son nulas. Y lo hago más que nada
por no levantar sospechas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">En esta nueva vida
muero a los setenta y tres años, otra vez a causa de un infarto, producido por
el alcohol, el tabaco y la mala alimentación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">En el cielo vuelvo a
llegar a las manos con el ángel, que no se ha olvidado y que no ha dejado de
recordármelo. Y Dios vuelve a mandarme al infierno. Y el demonio, precavido, a
la tierra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Esta vez nazco en una
familia de clase alta. Mi padre pasa mucho tiempo fuera, debido a su profesión.
Para mi madre soy su capricho y la principal razón de su existencia. Además de
los triciclos, de las bicicletas, de las consolas y de los dos viajes de fin de
curso, tengo una moto de agua y otra de carretera, y un descapotable a los
dieciocho, y hablo y escribo correctamente tres idiomas, y comienzo mis
estudios universitarios en el extranjero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">En mi vigésimo
aniversario vuelvo a recordar la escena del garaje. Pero en esta ocasión no me hace
falta acudir al bar de <i>striptease</i> a
diario, para acostumbrarme al numerito de la rubia pechugona. Simplemente, me
guardo para mí ese próximo fututo y me limito a fingir al año siguiente, cuando
alguien decide apagar la música y correr el trapo que cubre la pared del fondo.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Muero a los ochenta y
un años, sin haber probado el tabaco, ni el alcohol, e ingiriendo siempre
alimentos sanos: pescados azules y carnes blancas a la plancha, verdura hervida
y fruta, primordialmente. La causa de mi deceso es un accidente
automovilístico: mi principal pasión en esta vida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">En el cielo, ídem (el
ángel “porculero”, mi exasperación, una pelea y la determinación de Dios). Y en
el infierno, también.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Renazco en África. Mi
madre es una afamada bióloga que está realizando un estudio de los gorilas. Y
yo soy el fruto de una relación sexual de una noche con un nativo. Al pronto no
caigo, pero cuando muero a los noventa años a causa de un atropello, sin ningún
entusiasmo por las rubias, sin fumar, ni beber, ni comer grasas, y
trasladándome a pie a cualquier parte del planeta, me doy cuenta de que la
tonalidad obscura de mi piel puede servirme para mi estancia en el infierno. De
modo que al ángel del cielo no le consiento lo más mínimo, y en cuanto me topo
con él le propino un gancho de izquierda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Todavía así, me cuesta
convencer al Demonio. Dice que no quiere problemas y que me regala otra vida.
Después de mucho insistirle, consigo que me permita entrar, ataviado con el
traje de neopreno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Ni dos días duro allí.
Las ampollas dan paso a las llagas. Y las llagas a mi expulsión. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">En la siguiente vida,
la última, muero a los cien, de aburrimiento. Y en el cielo, armado con un
machete, mato a Dios. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> <o:p></o:p></span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-35285050544338077852016-06-08T08:46:00.000+02:002016-06-08T08:46:32.967+02:00Felicidades, hermano<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Me
habían pedido que diera mi opinión acerca del debate entre mujeres de mañana,
pero creo que, con lo que dice y calla en sus cuñas publicitarias la cadena
televisiva que lo emite, el asunto se describe por sí solo: lo presenta como un
espectáculo, en el que prima la condición femenina de sus cuatro protagonistas,
y omite el vergonzante hecho que origina su existencia: la ausencia de una
mujer como candidata a la presidencia del gobierno en cualquiera de los cuatro
principales partidos, algo que podría y debería de ser circunstancial si en
algún otro momento de nuestra historia distintas mujeres hubiesen ocupado tal
puesto. Pero no, al parecer, en todos estos años de democracia, todavía no ha
nacido fémina que se lo merezca tanto como los hombres que ostentaron dicho
honor (esto, a pesar de nombres como González, Aznar, Zapatero, Mariano…).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Yo,
sin embargo, hoy quería alejarme de la política nacional y dedicar mi artículo a
ciertos atropellos que se cometen en el Parque Natural de las Sierras de
Cazorla, Segura y las Villas, el lugar en el que habito. ¿Saben que aquí
existen establecimientos hoteleros, de reciente apertura, que tienen sus
urinarios conectados al río mediante un tubo de PVC, y que tamaña tropelía es
conocida por las diferentes autoridades y que éstas hacen oídos sordos? Lo
cierto es que este acto nos permite admirar un número similar de truchas y
cagarrutas en algunas zonas del espacio natural protegido más grande de la
península, e igual peco de ignorancia y apenas se trata de una moderna
estratagema para ampliar el espectro de turistas que nos visitan. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">No
obstante, he de admitir que mi falta de valentía y mi temor a las represalias
me han conducido a desechar tal tema y decantarme, al fin, por escribir sobre
los distintos festivales musicales que se van a suceder en nuestra provincia,
en las próximas semanas. Pero, al pronto, he caído en que hoy es el 50
cumpleaños de mi hermano JuanMa, y he pensado que un periódico es un sitio
inmejorable para decirle que le quiero mucho y para pedirle que se quede
tranquilo, porque aprendí de nuestra madre a cocinar las habichuelas con arroz
y jamás de los jamases tendrá que echar de menos ese plato. </span><span style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">(Artículo publicado en el Diario Jaén, el 8 de junio del 2016)</span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-25513440428063901632016-05-12T09:16:00.000+02:002016-05-12T09:48:08.782+02:00España es de derechas<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Cuesta
asumirlo, porque se entienden mejor los planteamientos que parten de la
solidaridad y de la justicia social; pero hemos de ser honestos y reconocer que
los españoles, una vez superado el miedo a un nuevo golpe de estado y a una
nueva dictadura, preferimos ser tutelados por gobiernos de derechas. De
derechas acabaron siendo las políticas de Felipe González, y, como nos
parecieron poco de derechas y andábamos sumidos en una crisis anterior, le
cambiamos por el inolvidable Aznar. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Aznar vendió el país, y con una parte de
esos réditos nos hizo creer que al fin alcanzábamos la cima de los poderosos.
Seamos justos: su historia, la de Aznar, marchaba a velocidad de crucero;
encalló por la guerra de Irak, por ese deseo irrefrenable y estúpido de subir
los pies a la mesa del presidente norteamericano, por sacar a la luz una de las
personalidades más patéticas de los últimos siglos. Sin la famosa foto de Las
Azores, Zapatero no habría llegado al gobierno; al menos, no tan pronto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Zapatero
nos modernizó y me atrevería a decir que nos hizo mejores personas; pero en
cuanto se esfumaron los ahorros por la venta del país y la clase trabajadora
comenzó a sufrir las consecuencias, no dudó en adoptar los principios de la
derecha más rancia: recordemos solo el desahucio exprés de Carme Chacón y la
modificación del artículo 135. Su fracaso, el de Zapatero, no trajo consigo el
ascenso de ningún partido de izquierdas. Los españoles creímos entonces que
nuestro error había sido confiar en un sucedáneo y votamos mayoritariamente a
Rajoy, que encarna (y lo seguirá haciendo por los siglos de los siglos) a la
derecha más conservadora posible, en el marco de las democracias occidentales.
186 diputados le dimos. ¿Y qué pasó? Que se encontró un país sin nada que
vender y que le empezaron a florecer decenas de casos de corrupción, dejando al
español de a pie en un desierto, inmerso en un síndrome de Estocolmo,
contrariado, como cuando uno se olvida de sacar el almuerzo del congelador;
atontado, sin saber cómo, ni cuándo, ni dónde; aterrado, por si atesora algo de
verdad la idea de que sí se puede, pero de otra forma: desde los principios de
la solidaridad y de la justicia social. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;">(Artículo publicado en el Diario Jaén, el 12 de mayo del 2016)</span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-90011719486009441362016-04-14T12:00:00.000+02:002016-04-14T12:06:08.592+02:00¿Mediterráneos? ¿De sangre caliente?<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Seguro
que tiene una explicación jurídica; pero no deja de ser curioso que Mario Conde
encabezara la lista de deudores a la Hacienda pública, que filtró el ministro
Montoro, y haya sido detenido en un chalet del barrio del Viso en Madrid y la
Guardia Civil haya registrado un pazo en Ourense, una finca en la provincia de
Sevilla y una empresa con sede en Torrejón de Ardoz. Yo trabajé durante algún
tiempo haciendo nóminas y no resultaba infrecuente que recibiéramos
notificaciones de Hacienda avisándonos del embargo de parte del sueldo de un
trabajador que había contraído alguna clase de deuda con ellos. ¿Es sostenible
un mundo en el que determinadas artimañas legales te separan del común de los
mortales? Claro que el asombro que generan este tipo de noticias es moderado,
sostenido; los políticos han conseguido lo más difícil: que confiemos en la ley
y que creamos factible que a una familia se la obligue a abandonar un piso por
impago y que a Conde, Bárcenas <i>and
Company</i> distintos entramados societarios les libren de perder sus
propiedades. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Da
qué pensar nuestra falta de osadía. Buena parte de las nuevas formaciones
políticas que pretenden gobernar el país sitúan como primer punto de su ideario
un mejor reparto de las cargas fiscales, para que no sea posible que un
empleado pague más del treinta por ciento de sus emolumentos en forma de
impuestos, mientras las grandes empresas no alcanzan siquiera el cinco. ¿Por
qué recelamos de algo así? Cualquiera diría que tanta libertad nos viene grande
y que preferimos mantenernos bajo la tutela de unos malhechores, mientras estos
nos perdonen la vida. Cierto es, insisto, que no debería de sorprendernos semejante
quietud: para desalojar a Felipe González del poder necesitamos, entre otras
cosas, que su Ministro y su Secretario de Interior entraran a la cárcel; y para
hacer lo propio con Aznar, que Acebes manifestara que la banda terrorista ETA
estaba detrás de los atentados de Atocha; y fueron muchos miles de ciudadanos
los que presentaron sus respetos ante el cadáver de Franco. Que no es de hoy;
que lo nuestro es genético. Mediterráneos, de sangre caliente, dicen… <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">(Artículo publicado en el Diario Jáen el 14/04/16)</span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-50001674802306114432016-02-18T18:26:00.000+01:002016-02-18T20:14:37.318+01:00La mala política<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Por
la lentitud con la que se están llevando a cabo las negociaciones, cabe pensar que
este invierno se ha establecido una tregua y han cesado los cortes de luz y de
agua y los desahucios; y que todas las mujeres víctimas de violencia de género
cuentan ya con una vivienda social que les permite dejar de malvivir bajo el
mismo techo que su agresor; y que no hay una sola familia sin un ingreso mínimo
de subsistencia; y que la lista de espera en los hospitales mengua y la
sanidad, en su conjunto, vuelve a ser universal. También imagino que todos los
despidos que se están produciendo en estos últimos meses quedan a la espera de
una nueva reforma laboral; y que un comité de expertos trabaja en la sombra y
sin descanso en la creación de una nueva ley educativa, para que entre en vigor
cuanto antes y los niños no sufran un curso más la anterior. Imagino,
igualmente, que los pensionistas recibirán con carácter retroactivo la subida
que se les vaticina; lo mismo que los trabajadores, en lo referente al salario
mínimo. Si no es así, cabe pensar que hemos sentado en el parlamento a una
panda de irresponsables, que disfruta jugando a la política sin entender que un
invierno sin calefacción es un mundo, y un día sin agua, una bomba capaz de
mermar para siempre la autoestima de cualquier persona; y cabría preguntarles
si sus divergencias resultan tan notorias como para permitir que una sola mujer
continúe compartiendo colchón con su verdugo hasta que las solventen. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
los primeros días de enero, los dos únicos partidos con capacidad para
conformar gobierno: PSOE y Podemos, llevaron, por separado, al parlamento una
batería de propuestas con similitudes palmarias. Todas traspiraban emergencia;
en todas se presumía la rápida y necesaria actuación sobre un gran número de
ciudadanos en evidente exclusión social. ¿Es lícita la escenificación de
desencuentros, el transcurso de todos estos meses para al fin tenerlos sentados
en una misma mesa con una clara intención de llegar a acuerdos, a pesar del
desamparo en el que sigue la gente? ¿Cuándo deja la política de ser un juego y
pasa a tratar de reescribir la realidad? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif;">(Artículo publicado en el Diario Jaén el 18/02/2016)</span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-21287697927686051002016-01-21T09:02:00.000+01:002016-01-21T09:02:09.429+01:00No estamos locos...<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">¿Qué
cosa será la que conduce, de manera generalizada, a desdecirse con tamaña
facilidad a nuestros políticos? ¿La propia política? ¿El poder? ¿La erótica del
poder? No hace mucho, Pedro Sánchez se paseaba por varios platós televisivos
proclamando su negativa a alcanzar cualquier clase de acuerdo con Podemos (los
populistas, los comunistas, los bolivarianos —les llamaba—); hoy sólo entiende
una España gobernada en coalición con ellos. ¿Y qué otra cosa será la que
empuja a estos mismos políticos a mostrarse tan olvidadizos o condescendientes
con sus adversarios? Recordemos que Sánchez llamó indecente a Rajoy, y Rajoy a
Sánchez ruin, Ruiz y miserable; todavía así, nuestro presidente en funciones
aboga por un gran pacto con el PSOE. ¿Pelillos a la mar? ¿Por qué? ¿Sentido de Estado?
¿Un sentido de Estado místico, religioso, heroico, más propio de un santo? ¿Otra
vez la política? ¿El poder? ¿La erótica del poder? Lo cierto es que cuesta lo
indecible presumir afable y práctico un consejo de ministros en el que se
sientan, codo con codo, un indecente y un miserable-ruin. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Estos
días, Francisco Camps, el expresidente de la Comunidad Valenciana, el de los
trajes, el de la trama Gürtel, el amigo de Correa y “El bigotes”, ha entrado a
valorar la nueva imagen del congreso. Él, precisamente él, no ha podido ser
otro. ¿Se puede ser más lerdo? ¿Quiere esto decir que cualquiera no solo puede
ser político, sino convertirse además en presidente de algo? ¿No hay en el
aparato de los partidos alguien que vigile las intervenciones de estos
personajes? Y si éste fue el presidente, ¿cómo eran sus secuaces?<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Y
ahora lo más sorprendente: si de veras vivimos en un país democrático, que
escoge a sus representantes públicos mediante sufragio universal, ¿significa
que somos nosotros, con ese gesto tan nimio de la papeleta en la urna, un
domingo cada cuatro años, los culpables de aupar hasta la cúspide al embustero,
ruin, Ruiz y miserable; al indecente; y al lerdo? ¡Cómo nos gusta la parranda,
carajo! ¡Cómo nos gusta…! ¡Somos unos cachondos!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">(Artículo publicado en el Diario Jaén el 21/01/2016)</span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-57338266805110059382015-12-22T10:13:00.003+01:002015-12-22T10:13:33.832+01:004 de diciembre de 1977<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Estoy
a favor de un referéndum vinculante en Cataluña. Y creo que aquellos que usan
la Constitución como parapeto para impedirlo, se comportan de manera
irresponsable, cobarde y necia; porque olvidan que el pueblo es siempre
soberano y muy capaz de reescribir sus leyes, si así lo quiere; y porque toda
su acción política se está limitando al cierre en banda y a permitir que pase
el tiempo, a pesar de ver que de ese modo sólo consiguen que las distancias y los discursos se agranden.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Por
tanto, la actitud de Podemos: colocando la consulta catalana como inexcusable
para llegar a cualquier clase de acuerdo de gobierno, me parece honesta,
valiente y responsable; porque al fin se aborda el problema, que lo es; y,
sobre todo, porque dicha formación política no pone en duda lo que pertenece al
pueblo: su capacidad de decidir y de construirse como sociedad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Pero
reconozco que me faltan datos. Porque, si bien entiendo que el resto de
territorios nada tenemos que decir en lo que respecta a la soberanía catalana,
sí creo que debemos ser informados de en qué consiste la plurinacionalidad que
venden. Primero, porque no se le puede arrebatar al resto del estado su
capacidad de aceptación del nuevo estatus con el que Cataluña continuaría ligada
a España, en el caso de que así lo decidieran sus ciudadanos; y segundo, porque
pienso (igual me equivoco y peco de aventurero) que en el génesis de la mayoría
de votantes de Podemos se encuentran los principios de igualdad y solidaridad
entre territorios.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Pablo
Iglesias erró en el debate a cuatro de Atresmedia, cuando se refirió al 4 de
diciembre de 1977 en Andalucía. Pero no iba muy desencaminado; porque aquel día
no se produjo ningún referéndum aquí; entonces, como ahora, no nos dejaban.
Aquel día sólo ocurrió que la gente, los andaluces, salimos en masa a la calle,
reclamando los mismos derechos de autogobierno que ya le habían sido concedidos
a Euskadi y a Cataluña. Y ahora, que vamos aprendiendo que sonriendo sí se
puede, no sería imposible que esto mismo volviera a suceder. Claro que eso
siempre dependerá del grado de honestidad y coherencia de nuestros políticos.
Confiemos.<o:p></o:p></span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-88193278409991365072015-11-26T09:56:00.000+01:002015-11-26T09:56:07.199+01:00Condenado a sentir<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">La
libertad es inmensa, inabarcable, tanto que da para juzgar cómo de grande ha de
ser una pena. Ni tocarla. Que a nadie se le ocurra. La libertad es sagrada, sin
ironía de ninguna clase. La única solución radica en el respeto a las
diferentes e infinitas opiniones. Y en la discusión sana, enriquecedora, de
vasos comunicantes. Yo muestro mi parecer sobre algo, incluso mis sentimientos
hacia algo; y otro u otra pueden llegar —siempre serán libres para hacerlo— y
afearme la historia. <i>París hasta en la
sopa</i>, dirán, más o menos, <i>de Beirut y
Mali nadie habla</i>. A lo que yo sólo podré responderles que no soy accionista
del grupo Atresmedia, ni de Prisa, ni de Mediaset… Y que el causante de agravar
mi tristeza es mi subconsciente; porque me resulta muy fácil confrontar la sala
Bataclan de París con La Rivera o La Sol de Madrid y cualquier café del
distrito 11 con cualquier café de Malasaña. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Sí,
lo confieso: mi sensibilidad se rige mucho por la cercanía, me duele más mi pie
que el tuyo, y mi madre más que la tuya, y mis amigos más que los tuyos.
También confieso que el 13-N no tenía a nadie conocido en París, ningún temor
real, ningún motivo para marcar un número de teléfono para afectados. Pero me
impresionó el paulatino incremento de víctimas, las imágenes; me impresionaron
más que las que otros muchos días ofrecen los noticiarios, porque el horror se
sitúa más lejos, por esa causa tan simple, desleal, deshonrosa y vergonzante.
Lo confieso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">¿Se
puede controlar la impresión, la sorpresa? ¿Debemos enmudecer algunas
manifestaciones para no generar un agravio comparativo? ¿Esforzarnos en variar
estas conductas? Hablo de impresión, de sorpresa, de subconsciente. La
indignación juraría que es la misma, y la renuncia a toda respuesta violenta, y
la animadversión hacia los políticos que manejan el timón del mundo, y la
certidumbre de que la solución a estos problemas empieza por la democratización
de la solidaridad y la igualdad de afectos. Pero confieso que soy incapaz de no
sentir lo que siento, de reprimir la impresión de un arma que se dispara en el
país de al lado. ¿Cómo lo hacéis vosotros?<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">(Artículo publicado en el Diario Jaén el 26 de noviembre del 2015) </span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-38312262586488674592015-10-29T09:08:00.000+01:002015-10-29T09:08:14.492+01:00No es país para viejos<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Los
científicos no hallan la manera de frenar drásticamente nuestra decrepitud y
colocarnos en los doscientos años y un día de existencia. A cambio, inventan
cremas e infinidad de tratamientos que difuminan la hondura de nuestras arrugas,
y diferentes fármacos y aparatos asistenciales que nos facilitan la subsistencia
cuando falla la movilidad de nuestro cuerpo o la racionalidad de nuestra mente;
han conseguido —eso sí— elevar una
docena de años nuestra esperanza de vida con respecto al siglo pasado,
averiguando cómo contrarrestar o paliar la acción de distintas enfermedades; e
incluso son capaces de congelar nuestros cadáveres para que sean revividos cuando
otros científicos, de otra generación, logren terminar con la muerte. ¿Pero qué
es todo eso en comparación con el sonido de los primeros acordes de cualquier
canción de los 091? Solo la noticia de la reunificación de la banda granadina
nos ha quitado a algunos, de golpe, una veintena de años. No puedo imaginar lo
que ocurrirá cuando dentro de unos meses José Ignacio Lapido arpegie las
primeras notas del <i>Espantapájaros</i> en
el Estadio de los Cármenes (¿?).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">¿A
cuántas personas mayores conocéis que pululen entre los cuarenta y los
cincuenta años? Vale, las hay; ¿pero cómo de mayores eran nuestros padres
cuando tenían esa edad? Hemos normalizado la calvicie; nos preocupamos por
estar al tanto de las novedades culturales y hasta hemos auspiciado la
irrupción de una industria paralela (que fabrica canciones y literatura de mal
gusto) para la franja de niñatos que se sitúa entre los “diecitantos” y
“veintitantos”; las abuelas forman clubs de lectura y las ves de cañas tras
esas reuniones, ya no van de negro ni agachan la mirada, y si a alguna se le
pregunta si se arrepiente de no haber invertido sus ahorros en congelar los
restos de su marido, por si acaso, le entra la risa. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El
mes que viene cumplo cuarenta y tres y vengo de comprarme unos pantalones de
pitillo, unas bocas acabadas en punta y una camisa de lunares. Seré un iluso,
un completo gilipollas, pero saber que pronto volveré a escuchar en directo <i>La torre de la vela</i> me resuelve en
inmortal, por lo menos hasta que me muera. <i>Like
a Rolling Stone.</i> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Artículo publicado en el Diario Jaén el 29 de octubre del 2015</span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-24555034778842318142015-06-18T10:06:00.002+02:002018-09-03T20:23:22.870+02:00Que se preparen los intolerantes<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Si
Dios existe y es verdad eso de que tras la muerte nos aguarda el cielo, que se
preparen los intolerantes: recién aterriza la avioneta que traslada allí a
Pedro Zerolo. Esto viene a significar que frente a la creencia milagrosa de la
multiplicación de los panes y los peces, y de la resurrección de Lázaro, y la
separación de los mares, él esgrimirá el peso aplastante de la lógica; y
entonces Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo se verán forzados a responder a
qué o a quiénes hacen daño los besos y caricias que se dan dos personas del
mismo sexo. Y como dicha respuesta guarda una inexistencia aún más profunda que
la que alberga cualquier fe religiosa, pronto se producirá la liberación de los
seres alados, a los que, de manera espontánea, les nacerá un sexo, que usarán
como les plazca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Si
Dios existe y es verdad que castiga con el infierno a los que no se rigen por
las leyes que promulga su Iglesia en la tierra, que se preparen los
intolerantes; porque recién aterriza la avioneta que traslada allí a Pedro
Zerolo. Y esto viene a significar que su diálogo con el Demonio pronto valdrá
para transformar ese reino de fuego en el verdadero paraíso; porque cualquier
bien nacido no entiende que en ese lugar no seamos tratados todos de la misma
manera y contemos con las mismas oportunidades. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Si,
por el contrario, Dios no existe y es verdad eso de que tras la muerte acaso
somos polvo y memoria, que se preparen los intolerantes; porque la lucha por la
igualdad que ha mantenido Pedro Zerolo, hasta el último de sus días, va
surtiendo efecto, y más pronto que tarde serán cuatro frente a una sociedad sin
más credo que la libertad del individuo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Por
último, en el caso de que Dios exista y disponga de la propiedad de devolver a
algunos muertos a la vida, que se preparen los intolerantes; porque para eso ni
siquiera tenemos que contar con el favor o la intervención de un ser
Todopoderoso; nos basta con mantener vivo el espíritu de Pedro Zerolo. Y eso,
siempre, será un orgullo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Gracias,
Pedro.</span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;"><br /></span>
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 150%;">(Artículo publicado en el Diario Jaén el 18 de junio del 2015) </span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-760629091214831972015-05-20T09:25:00.002+02:002015-05-20T10:13:09.868+02:00Las sombras de Rajoy y Sánchez<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Este
sábado toca reflexionar. Reflexionar y poner la lavadora y tender la ropa e ir
al súper y sentarnos un rato en una terracita y quizá, después, regalarnos un
helado o una horchata y una película y otra terracita más. ¡Y hacer el amor!
Este sábado toca también hacer el amor; porque si no se hace el amor ¿de qué
sirve reflexionar? Joder es cosa de dos —cuanto menos—; y está bien que a un
lado se sitúen el gobierno y los distintos partidos políticos; pero los que
conformamos el pueblo llano, los que votamos y elegimos gobiernos y ponemos
lavadoras y tendemos la ropa, necesitamos y aspiramos a tener nuestra parte en
la jodienda. Y por eso el sábado debemos reflexionar y hacer el amor, joder. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
lo referente a la reflexión disponemos de varias y variopintas opciones: la de
Mariano Rajoy, que jura que nunca ha estado al corriente de la financiación
fraudulenta de su partido ni de los infinitos casos de corrupción que acucian a
un gran número de sus compañeros; la de Pedro Sánchez, ocupado a jornada
completa en hacer entender que su paso por la bancada del anterior gobierno
socialista fue un mero accidente; la de Cayo Lara, que persiste en su obsesión
de ver los trenes pasar; la de Rosa Diez, atropellada por alguno de esos trenes;
la de Albert Rivera, el hombre de los dos brazos alzados: uno con la palma de
la mano abierta y apuntando al cielo y el otro con el puño cerrado y el ceño fruncido;
y la de Pablo Iglesias, que se mira en el espejo y ya no ve a Monedero.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El
sábado, por tanto, reflexionaremos y haremos el amor. Y el domingo meteremos la
papeleta en la urna con la única y ambiciosa esperanza de que no nos la metan.
¿No resulta triste? Por eso es importante que el sábado reflexionemos más en la
forma en la que deseamos que nos hagan el amor que en los partidos políticos
que concurren a las elecciones. Porque tal vez sólo así evitemos que las
propuestas electorales de hoy se conviertan en las cincuenta sombras de Rajoy o
Sánchez de mañana ¡Que se trata de nuestro futuro, joder!</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">(Artículo publicado en el Diario Jaén el 20 de mayo del 2015) <o:p></o:p></span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-66550494864850307102015-04-23T09:13:00.000+02:002015-04-23T09:13:06.720+02:00Hijos de gente sin alma<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Decían
los padres de Juan Lanzas, el conseguidor de los ERE, que su hijo tenía billetes
para asar una vaca. ¿De veras cambia el dinero tanto el sabor de la carne?
Fernández Villa, el histórico sindicalista de la minería asturiana, guardaba un
millón y medio de euros; imagino que para dejárselo en herencia a sus hijos. Y
en ese caso, ¿cuál sería su discurso en su lecho de muerte?: “hijos míos, esto
es el fruto del sudor de mi frente” o “hijos, esto es todo lo que he podido
saquear a los compañeros”. Sabemos que Rodrigo Rato, además de un presunto
ladrón, era muy capaz de gastarse varios miles de euros en una sola tarde de
bares. ¿Qué le echaban en el vaso? ¿Existen licores tan caros o existen locales
encargados de atender a la gente que desprecia el valor del dinero porque lo
obtienen sin esfuerzo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Me
dan pena estos señores que no sienten miedo de rayar el coche que estrenan,
esos imbéciles que pagan cien euros por un par de huevos fritos con patatas.
Todos, en algún momento, ejercieron una profesión digna y en algún momento
decidieron que la verdadera felicidad se encontraba en defraudar a sus
conciudadanos. ¿Qué consejos les darán a sus hijos? ¿Querrán que se les
parezcan?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Me
cuesta creer que a cualquier Pujol o Bárcenas de turno no le importe lo que
piensen de ellos el camarero que les sirve el vino, la señora que se les cruza
por la calle, el vendedor de periódicos, la enfermera y hasta el alma mecánica
del cajero automático. Si el éxito es una fórmula mágica en la que se combinan
la admiración y el respeto del prójimo, con el grado de honestidad con la que se
consiguen ese respeto y esa admiración, estos tipejos no son más que un puñado de
desgraciados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Y
de verdad, pienso mucho en esos hijos de corruptos y corruptas. Porque los hijos
del carterista o del que trapichea con unos gramos de droga, ven que sus padres
no obran bien y tienen el alma sucia. Pero ¿y éstos, que aprenden antes a pelar
con cubiertos las gambas que a saborearlas, qué hacemos con éstos? ¡Por favor,
que asuntos sociales intervenga ya!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">(Artículo publicado en el Diario Jaén el 23 de abril del 2015)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-26198399106691092162015-03-26T10:19:00.000+01:002015-03-26T10:19:32.161+01:00NO SE PUEDE<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">El
pueblo es soberano y ha decidido que la presidenta de la Junta de Andalucía
continúe siendo la sucesora de Chaves y Griñán. Esto viene a decir que
soberanía es sinónimo de poder y antónimo de responsabilidad; y que estamos un
poco locos y nos gusta la parranda, o que somos muy cobardes y preferimos este
presente amañado antes que apostar por la construcción de un futuro sin contrapesos
de plomo en los pies.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Lleva
razón Anguita: “ahora no vale rasgarse las vestiduras”. ¡Solo faltaba! Si yo
fuera Susana Díaz no dejaba para mañana salir en televisión y exigirnos a todos
los andaluces un par de patucos para su nene y silencio, no vaya ser que se le
despierte y le propine él las pataditas que los demás nos hemos guardado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Pregunto:
¿no será que los astrónomos erraron en la situación de la Tierra Santa y ésta
en realidad se encuentra en Andalucía y que entones todos llevamos dentro un
poquito de Jesucristo y nos puede eso de poner la otra mejilla, y lo de las
setenta veces siete, y lo morir en la cruz para resucitar y morir al poco de
nuevo? Desde luego, cuesta imaginar paraíso más bello, y si no se desdeña la
existencia de Dios es fácil creer que él y su familia pululen entre
nosotros. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Andalucía
es la última en casi todo y la distancia que nos separa de nuestros inmediatos
predecesores se perpetúa. No mengua. ¿Resulta lógica la concesión de una nueva
oportunidad a los mismos dirigentes, o cabe pensar en una especia de síndrome
de Estocolmo, basado en una prudencia propia de otro siglo? ¿De veras no merecía
un castigo en las urnas el caso de los ERE o el fracaso de las políticas de
empleo? Yo propondría despedir a la jueza Ayala y usar el dinero de su sueldo
para una gran merendola. Total, ¿de qué nos sirve que instruya? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">En
otros lugares la democracia se ha erigido como la mejor herramienta para
transformar una sociedad. Aquí hemos cocinado con ella unas lentejas (con su
zanahoria y su chorizo). Y el mensaje del resultado de estas elecciones no
puede ser más claro: o las tomas, o las dejas. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">(Artículo publicado en el Diario Jaén el 26 de marzo del 2015) <o:p></o:p></span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-65485701846075466882015-02-26T09:33:00.002+01:002015-02-26T09:40:38.294+01:00¡MALDITOS!<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">¿Con
qué armas luchamos contra la organización terrorista Boko Haram, que usa a
niñas de diez años como paquetes explosivos para hacer estallar sus objetivos?
Porque estamos en guerra, ¿no es cierto? ¿O no merecen esos asesinos que nos declaremos
en guerra contra ellos? Me gustaría plasmar lo obvio ahora, de inmediato, para
poder dedicarnos luego por entero a la solución del conflicto de las niñas. Lo
obvio es que el primer mundo —el nuestro— sostiene casi el cien por cien de la
culpa de lo que ocurre allí, en ese otro mundo. Bien, eso ya está hecho: una
atrocidad, un genocidio que se ha extendido a lo largo de varios siglos.
¿Nuestro deber como ciudadanos? Impedir que las políticas de nuestros gobiernos
se perpetúen un solo día más en esa dirección y llevar hasta el último rincón
del planeta esa máxima de: Libertad, igualdad y fraternidad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Dicho
esto, centrémonos ahora en lo otro. Pregunto: ¿En el hipotético, absurdo e
imposible caso de que tuviéramos a esos terroristas reunidos en la cima de una
montaña, sin rehenes ni inocentes a su alrededor, cabría pensar en una bomba
sobre sus cabezas, en una ejecución medida y premeditada, o, dada nuestra
educación y legislación democrática, lo ideal sería lograr su apresamiento y
sentarles ante nuestros tribunales? En nuestro país no existe la pena capital
ni la cadena perpetua, <i>a dios gracias</i>.
Entonces, ¿qué deberíamos hacer con uno de esos jefes de la organización
terrorista que secuestra a niñas de diez años para usarlas como paquetes
explosivos, tras pasar por nuestra Audiencia Nacional y por alguno de nuestros
centros penitenciarios durante veinticinco o treinta años? ¿Soltarlo y ayudarle
a reinsertarse en la sociedad? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">No
es inteligente establecer cualquier clase de diferencia entre las acciones
terroristas. Lo mismo da que sea un tiro en la nuca, una bomba en los bajos de
un coche o un artefacto explosivo en unos grandes almacenes. Está claro. ¿Pero
no os parece que esta sangre fría excede a todo lo demás? Un hombre forra a una
niña con explosivos y la hace estallar. No hay error alguno en su proceder, no
puede decir: desconocía la presencia de niños, de inocentes…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">¡Malditos!
Están consiguiendo que nos volvamos unos monstruos.</span><br />
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">(Artículo publicado en el Diario Jaén el 26 de febrero del 2015)</span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-3430050235673491402015-02-19T12:41:00.000+01:002015-02-19T12:41:01.617+01:00Bye, bye love<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Alguna vez he comentado
con amigos que el día que me fallen la polla o el estómago me pego un tiro.
Alguna vez he dicho que nada más me merece tanto la pena y que lo demás es sólo
eso, lo demás. Imagínate como me miran: Absortos. Estupefactos. Sorprendidos.
Desangelados. Entonces no entienden que todos, de un modo u otro, obedecemos criterios
muy similares y que, en realidad, únicamente varían los puntos sobre los que
colocamos el gobierno de nuestro equilibrio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Gozar o trabajar en esa
dirección, aunque para ello uno deba elegir el rumbo menos plausible. No cabe
más credo sobre la faz de esta tierra. Y da igual el motivo; el mismo influjo
produce la carne que el pescado, el olvido que la memoria, dependiendo de para
quién. Porque para gozar es preciso exprimir las posibilidades del prójimo y
las de uno mismo, democratizar la querencia, el apego… Y averiguar lo que
duele, y lo que cansa, y lo que reporta y aporta felicidad, desmayos,
impaciencia, sequedad en la boca y en la mente… vivir con el corazón a la
intemperie, reduciendo las circunstancias a fuego lento para que no se queme
ninguna de ellas y pase a ser imperativo obedecer su abandono. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">No son mi polla ni mi
estómago. Nada de eso. Es el camino…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Porque para traerte
aquí antes he tenido que enamorarte y hacer que toda la sangre que atraviesa tu
cuerpo se ponga a hervir. Y antes de eso, mucho antes, descender hasta el
enclave donde se hilan cuidadosamente
tus intereses y taladrar ese sitio tan profundo con la suave brisa de mi propio
interés. Porque yo te amo y preciso del líquido hipnótico que emana de tu boca
y de tu sexo, pero con idéntica intensidad amo amar, la sensación en su origen
más puro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">A mí nada me gusta más
que tu piel y la caída lánguida de las noches alrededor de una botella, por el
queso añejo que preña de sabor cada copa de vino, porque entonces fluyen las
palabras, la controversia, incluso el desatino. Pero entiendo, comparto y acato
la existencia de otro billón de razones. Todas, al fin y al cabo, desembocan en
el mismo río: Podría pasar cien días a pan y agua; jamás una semana lejos de
esta cama. ¿Qué hay de raro en todo ello?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Por eso, ahora, en
cuanto te vistas y te vayas y asuma que no puedo culpar a nadie salvo a mí
mismo de la mortandad de mi polla, agarraré la pistola y me pegaré un tiro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-86010518701544912542015-01-29T08:58:00.000+01:002015-01-29T08:58:06.000+01:00De lo divino y lo humano<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">No
estaría de más que Dios aprovechase este momento para manifestase. Dios, Ala…
Da igual la versión; ustedes me entienden. Me extraña, sobremanera, que no le moleste lo
indecible que unos malvados asesinen en su nombre y que su divinidad sea tan
grande como para prestarle el favor de contenerse. Además, dicen que nunca se
deja de ser padre. Y nuestra sociedad adulta hace aguas. Le necesitamos, le necesitamos
ahora más que nunca; porque su opinión resultaría inapelable y una sola palabra
suya bastaría para sanarnos, para salvarnos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Dios,
habla. Pon paz. Danos la paz. Hazlo de
una vez, por favor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">James
Cameron no nos sirve. Él dice que bajo el amparo de la libertad de expresión
cabe la ofensa a una fe religiosa. No dice, en cambio, que si te pillan en Picadilly
Circus pisoteando y quemando una bandera inglesa <i>the police</i> te detiene y te mete en la trena. No lo dice porque
tendría que explicarnos que la libertad de expresión es algo así como un
asteroide que sobrevuela nuestras cabezas; un asteroide que se nos antoja enorme
cuando su movimiento rotatorio nos lo presenta cerca, y exiguo cuando su
posición de giro lo sitúa a mayor distancia. Algo muy obvio, como siempre. Y ya
se sabe que frente a lo obvio nuestros políticos se muestran recelosos; porque
parece que están para nada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Entretanto,
el Papa, el emisario de Dios de más alto rango en la tierra, advierte que nos
cuidemos mucho de mentar a su madre, porque se le puede escapar la mano. Y nos
extrañamos; nos resulta escandaloso, inaceptable… ¡¿Por qué?! Llevamos siglos quejándonos de la
lejanía que los pontífices establecen con el pueblo llano; y cuando por fin uno
no se harta de describir las verdades, nos parece mal. ¿Acaso no es cierto que
en el noventa y nueve por ciento de las peleas que se producen en la calle
sacamos a relucir la honestidad de nuestras madres? ¿Que luego a este mismo
Papa se le echa en falta cierta coherencia en sus acciones? Pues sí. También a
Rajoy, que va a manifestarse a París, mientras la ONU estudia si es democrática
su ley de seguridad ciudadana. Por eso necesitamos que Dios diga algo al
respecto, aunque sea a través de un plasma. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Dios,
habla. Pon paz. Te rogamos la paz. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">(Artículo publicado en el Diario Jaén el 29 de enero del 2015)</span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-46172800051281599942014-12-04T10:03:00.000+01:002014-12-04T10:03:25.190+01:00A BELÉN, PASTORES<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Todo un clásico, pero es verdad: la
navidad nos alcanza como un gran meteorito que atraviesa infinidad de capas
interestelares sin descomponerse y… <i>A
Belén Pastores, a Belén chiquillos, que ha nacido el rey de los angelitos…</i>
Aunque seas buzo y andes en las profundidades del océano; fijo que allí también
hay alguien tocando la zambomba. Da igual que no creas en Dios; sirve lo mismo
un amigo invisible, o la excusa de la ilusión que generan Papa Noel y los Reyes
Magos en los niños, o que valgan estas fechas como motivo para reunir a toda la
familia, en torno a una mesa y a un plato de langostinos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Inmediatamente después las rebajas, el
día de los enamorados, los carnavales, la semana santa, la feria del pueblo, el
mes de vacaciones, <i>halloween</i> y el
viernes negro. ¿Qué más da que algunas de esas tradiciones vengan de fuera? ¡El
<i>kétchup</i>, las hamburguesas y los
recortes en sanidad y educación vienen de fuera! Y nosotros también exportamos cosas:
en todo el mundo se bailó y cantó la Macarena. Además, el partido ya lo damos
por perdido. Por ejemplo, mientras que en Inglaterra y Alemania endurecen las
leyes de inmigración y nos obligan a los españolitos a aparecer por allí con un
contrato previo de trabajo o a conseguirlo en un corto periodo de tiempo,
nosotros les vendemos a precios de ganga los pisos que quedan vacíos en la
costa mediterránea. ¿Qué pasa? Siempre nos saldrá más barato cocinar aquí la
paella que hacerlo en Berlín o en Londres. Y al tiempo disponemos de la
oportunidad de mostrarles lo vistoso que queda un portal de Belén con tres
majestades montados en camellos. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">¿Qué la industria del turismo sólo
genera empleo mal remunerado y estacional? Para contrarrestar eso se han
inventado las carreras universitarias y el aforismo de la ministra Báñez (“La
salida de jóvenes en España se llama movilidad exterior”). Y puede que incluso
con el paso del tiempo logremos que esos jóvenes que se marchan al extranjero
se establezcan realmente allí y algún día vengan a visitarnos en calidad de
turistas. ¿No os dais cuentan? Nuestro gobierno piensa a largo plazo. No da puntada
sin hilo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">(Artículo publicado en el Diario Jaén el 4 de diciembre del 2014)</span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-39758521405246303842014-11-27T09:35:00.001+01:002014-11-27T09:35:46.797+01:00Nuestras vidas<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Acá en la montaña hay dos
ríos que se atraviesan más o menos así: +. El agua de uno, del que baja (I), es
azulosa; el del otro, el transversal (-), blanquecina; es decir, casi
transparente, y en él las piedras tienen color de piedras, lo mismo que les
ocurre al musgo y al ramaje, que tienen color de musgo y de ramaje. Luego, tras
un par de kilómetros, los dos ríos que se atraviesan acá en la montaña alcanzan
un río más grande; lo hacen más o menos así: =, en la misma ribera, separados
por apenas un par de palmos. Y el resultado del agua mezclada unos metros más
allá de dónde se funden con el río grande es… No, no es de un azul más claro, y
el tono blanquecino se pierde. El resultado es nefasto: entre un verde
esmeralda y un azul turquesa; un color lindo, penetrante, mágico; pero que nada
tiene que ver con las contribuciones aportadas al río grande por los ríos I y
-. Su perseverancia por caminar separados no les vale para perdurar; la fuerza
con la que llegan, comparada con la corriente que arrastra el río mayor, esfuma
la idiosincrasia de uno y otro, y pasan a ser agua, más agua.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Supongamos que tú eres
el río I y yo el río -, y que nos cruzamos cada mañana por la calle Sagasta
así: +. Tú de azul, con ese vestido corto y bombacho con el que siempre te
descubro tan guapa; y yo con la americana de los lunes, miércoles y viernes,
que sé que te gusta (tú misma la elegiste por mí). Un beso en la mejilla y un
adiós o un leve “hasta luego”, si cualquiera de los dos lleva prisa, comprimen
ese exiguo nexo de unión. Y supongamos que tras diez o quince minutos nos
volvemos a reencontrar en una oficina; una oficina en la que Eladio es tu jefe
y el mío; un jefe que en ocasiones nos ningunea, que nos arenga y nos obliga a
competir. Y que, sin embargo, no nos arrebata las ganas de acudir al trabajo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Tú te escapas cada día
unos minutos antes por lo de tu nena. Dices “hasta mañana” casi sin mirarme, en
un movimiento mecánico, mientras te abrochas el abrigo y agarras el bolso. “Ya
llego tarde”, eso dices también. Yo salgo a las dos en punto. Raro es que tu
senda y la mía no se trencen de nuevo a la altura de la farmacia de la calle
Isaac Peral a las 14:15. Bonito momento: los naranjos cargados de naranjas o de
flores de azahar, el alboroto de los niños, el sol amable, las mesas y las
sillas de aquel café, tu vestido azul. Le pides a tu nena que me salude. Me sonríes.
Por fin me miras a los ojos, y surge un instante en el que el mundo que nos
precede desaparece, mientras estamos así: el uno frente al otro, a apenas un
par de palmos. Te propongo tomar algo. Malditas clases de baile los lunes y
miércoles; malditas clases de inglés los martes y jueves; y maldito viernes, en
el que tu nena no me llama por mi nombre de pila y acaso levanta la mano; su
papá me cuenta que andas haciendo las maletas y que os largáis a alguna parte
en dónde hay un río que lleva un agua con un color mágico, entre esmeralda y
turquesa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Nuestras vidas son dos
ríos que van a parar al mar.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> <o:p></o:p></span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-22499747650514564772014-11-14T12:03:00.001+01:002014-11-14T12:23:53.349+01:00La última<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="270" src="https://www.youtube.com/embed/8l5oke3sfFU" width="480"></iframe><br />
<br />
Dramatización a cargo de Bienve Herreros y Eva Villares de un extracto de <i>La última</i>, uno de los relatos que componen <i>Caminos que conducen a esto.</i>Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-91342891583292804352014-11-12T09:31:00.000+01:002014-11-12T10:40:17.469+01:00Colecciono moscas<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Tengo una lata de
conserva llena de agua y dentro dos peces que se alimentan de los mosquitos y
de las moscas que se acercan a beber o a olfatear (en realidad, no sé a qué se
acercan). Y tengo una vieja canción de amor que canto sólo con el bordón de la
guitarra. Pero no tengo amor. Y a veces me puede la desesperanza y golpeo con
el pie la lata, hasta que logro que se voltee y que se derrame el agua.
Entonces, fuera de sí, asido al padecimiento de sus últimos coletazos, veo a
los peces asfixiarse en el suelo y como son devorados por las moscas y los
mosquitos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">La lata siempre es la
misma. Y los peces que repongo al día siguiente de poderme la desesperación
adoptan los mismos nombres que los muertos —el tuyo y el mío—. Y estoy seguro
de que algunas de las moscas y de los mosquitos que se acercan a beber o a
olfatear han aprendido a sortear los ataques de los peces y vienen
alimentándose de ellos desde la noche que te fuiste y abrí la lata para cenar
algo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">¿Te das cuenta? Esos
insectos guardan en sus pequeñas panzas el futuro que tú rompiste. Y ello me
impide usar insecticida; porque me da pena y porque, probablemente, estaré
aquejado de cualquier mal en la cabeza. Vete tú a saber cuál. A mí poco me
importa. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">¿Y sabes lo mejor? Las
moscas y los mosquitos que se salvan del ataque de los peces y que luego,
cuando me puede la desesperanza, dan buena cuenta de ellos, se aparean, y su
número crece sin cesar. Y la única manera que hallo de contrarrestar su
invasión es tragándomelos. De modo que mi gran panza también está llena de los
días y las noches que tú rompiste. Por eso, aunque haya pasado mucho tiempo,
está todo muy vivo. Y puedo demostrártelo; basta con que alguna vez aceptes mi
invitación a cenar y me permitas vomitar en tu plato. <o:p></o:p></span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-86985778102910526122014-11-06T09:01:00.002+01:002014-11-06T09:01:18.928+01:00A PROPÓSITO DE LA DEMOCRACIA<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Hemos
creído que la democracia es otra forma de divinidad; un ser etéreo,
autosuficiente, perfecto, que no falla y que nos llegó por obra de un milagro.
Y hemos creído que dentro de la clase política que maneja los hilos de esta
diosa llamada democracia, hay algunos Judas; y en un acto de fe sin parangón,
hemos creído que basta con sustituir a esos Judas, cuando son cazados con las
manos en la masa, traicionándonos, sin variar un ápice las formas y maneras de
nuestra diosa democracia, dejando que toda la solución radique en la esperanza
de que el nuevo político que viene a ocupar el lugar del político corrupto se
comporte de manera más honrada. ¿Os imagináis a Dios actuando de la misma
manera, cambiando de Eva cada vez que la tentación la hubiera conducido a
probar el fruto del manzano prohibido? En apenas unos días Adán se habría
quedado sin costillas, Dios sin paciencia y el árbol sin manzanas. Y,
probablemente, si nos decidiéramos a buscar al culpable, éste no sería otro más
que Dios, porque, conociendo el paño, era responsabilidad suya comprobar que
entre las ramas no hubiera enredada ninguna serpiente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">Tenemos
políticos que llevan toda la vida ejerciendo como tales, acoplándose a la
perfección a los diferentes aparatos que, cada cierto tiempo, vienen a remodelar
el partido al que pertenecen. ¿Esto es factible, lógico, o sólo quiere decir
que mientras le presten un sillón asienten a cuánto les digan? Y tenemos un sistema
democrático que cede todo el poder al gobierno, a los políticos; que son los
encargados, por ejemplo, de elegir a los componentes de la más alta instancia
judicial, a los únicos jueces que pueden juzgarles a ellos. A cambio nos
otorgan la propiedad de votarles cada cuatro años, según el conjunto de
políticas que proponen; pero siempre sin desprenderse del saco del dinero,
sujetando fuerte la manija de los presupuestos, con escasos árbitros y sin más
fe que nuestro propio convencimiento de que ellos no son como Eva y Adán ni,
mucho menos, demonios disfrazados de corderos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%;">(Artículo publicado en el Diario Jaén el 6/11/14)</span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3919922752393518969.post-36269681388751436822014-10-30T10:20:00.000+01:002014-10-30T10:20:09.952+01:00Los crímenes que no cometimos<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Un día moriré pronto y
se te hará tarde para decirme “te quiero”. Puede que ocurra en este mismo
extremo de la mesa, mientras cenamos el uno frente al otro: un leve mareo, me
ensimismo para tratar de escapar del vaivén, entro en un trance superior, me
despego extrañamente del sitio y desaparezco, con la cabeza sobre el plato, sin
más. Entonces tú sueltas los cubiertos, arrastras la mitad del mantel sin saber
cómo, vienes a mí y me preguntas qué me pasa, y me dices que vuelva en sí, que
me quieres. Pero ya no te oigo. Estoy muerta. O puede que sí te escuche, desde
un lugar lejano, en las antípodas de la vida, destinado a las almas con pena. Y
puede que a mí me sirva esa imagen y ese mensaje, adivinándote desolado, a los
pies de mi cadáver, pidiéndome una vez tras otra que no me vaya, que resista,
que aguante, y abandone ese lugar repleto de gente triste que no respira y
acceda a otro lleno de gente alegre, que no respira. ¿Qué más da? Nuestra
comunicación se habrá roto...</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Por eso creo que deberías
dejar de mirar la tele. Apagarla. Y dejar los cubiertos sobre el plato, con
tranquilidad. E incorporarte de la silla. Y venir hasta este extremo de la mesa
antes de que se te haga tarde; porque te juro que me vencen las ganas de
morirme.<o:p></o:p></span></div>
Andrés Ortiz Tafurhttp://www.blogger.com/profile/18178154836351510882noreply@blogger.com4